Neurología
Recuperar el control.
La neurología es un campo muy amplio y se ocupa del diagnóstico y el tratamiento de los trastornos del sistema nervioso. Algunas enfermedades del sistema muscular también pertenecen al campo de la neurología.
El sistema nervioso es una red muy compleja y altamente especializada de neuronas sensoriales y motoras y comprende el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). Facilita la comunicación entre todas las partes del cuerpo y coordina las funciones esenciales de la respuesta del organismo a estímulos internos y externos, lo que nos permite realizar acciones voluntarias e involuntarias (voluntarias, por ejemplo, los movimientos del cuerpo, e involuntarias, por ejemplo, la activación de las glándulas).
Dado que las enfermedades neurológicas pueden afectar a todas las áreas del cuerpo, sus síntomas son muy variables. Son muchos los factores que pueden provocar una enfermedad neurológica: infecciones, enfermedades autoinmunes o disfunciones debidas a accidentes cerebrovasculares y/o lesiones cerebrales traumáticas son solo algunos ejemplos.
Los trastornos o los déficits neurológicos pueden causar alteraciones importantes en el control del movimiento y provocar limitaciones graves en el modo de vida cotidiano de los pacientes. Por ello, es importante tratar los trastornos neurológicos lo antes posible. Aunque algunos trastornos neurológicos son curables, otros no lo son. Sin embargo, a menudo es posible influir positivamente o reducir la evolución y los síntomas de un trastorno mediante el tratamiento.
Con nuestros fármacos terapéuticos, en Merz Therapeutics Iberia queremos contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes con trastornos neurológicos como la distonía, la espasticidad, la sialorrea, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Párkinson y otros trastornos asociados.
Distonía
La distonía es un trastorno neurológico del movimiento que se caracteriza por una hiperactividad muscular involuntaria que provoca una postura anormal. Hay pacientes con distonía en todos los grupos de edad, y el trastorno puede aparecer de diversas formas y puede afectar a diferentes partes del cuerpo. Las causas de la distonía no se conocen del todo. Aunque es obvia la afectación de los centros de control del movimiento, la causa podría encontrarse en varias regiones. Podría originarse, por ejemplo, en la corteza cerebral, los ganglios basales, las vías piramidales o en el bulbo raquídeo.
Los síntomas característicos son espasmos musculares involuntarios que desencadenan posturas y movimientos corporales inusuales. Pueden producirse en diferentes partes del cuerpo, a menudo en grupos musculares de la cabeza, el cuello, los brazos o las piernas. La distonía suele ser focal, es decir, limitada a una región del cuerpo, como el espasmo de los párpados (blefaroespasmo) o el cuello torcido (tortícolis).
Espasticidad
La espasticidad deriva de la palabra griega spasmós, que significa calambre. Los daños en las partes del sistema nervioso central (SNC) que controlan la actividad muscular pueden provocar espasmos. Este daño puede producirse por una lesión, como una lesión cerebral o medular traumática, por una afección médica como un accidente cerebrovascular, esclerosis múltiple, parálisis cerebral, un tumor o daños cerebrales que pueden ser causados por deficiencias de oxígeno, encefalitis o meningitis.
Desde una perspectiva médica, la espasticidad es un aumento patológico de la tensión muscular. La hipertonicidad en los músculos conduce a un endurecimiento y rigidez permanentes, lo que se conoce como espasticidad. El grado de espasticidad varía en términos de gravedad, así como los síntomas que la acompañan. Esto está relacionado con las áreas del SNC que están afectadas y en la medida en que lo están. Los síntomas se asocian a deficiencias funcionales (por ejemplo, la funcionalidad en la mano), restricciones en la movilidad, así como limitaciones en las actividades cotidianas y en la calidad de vida.
Sialorrea
La sialorrea se define como un exceso incontrolado de saliva debido a la incapacidad de eliminar la saliva de la boca y/o al aumento de la producción de saliva (hipersalivación), lo que provoca un babeo constante. La sialorrea puede provocar la aparición de infecciones cutáneas y sarpullidos hasta infecciones pulmonares potencialmente mortales (neumonía por aspiración). Además, puede afectar en gran medida a la calidad de vida de los pacientes con trastornos neurológicos como la enfermedad de Párkinson, el ictus, lesiones cerebrales traumáticas y el párkinsonismo atípico. Las personas afectadas suelen sentirse avergonzadas, lo que implica aislamiento, ansiedad, depresión y autodesprecio. A pesar de ello, la sialorrea está muy poco diagnosticada y tratada.
Enfermedad de Alzheimer
La demencia supone una enorme carga para los pacientes y sus familiares. La forma más común de demencia es causada por la enfermedad de Alzheimer. Los pacientes dependen de la ayuda de otras personas para realizar las tareas cotidianas.
Las causas de la enfermedad son variadas y aún no se conocen del todo. La patogénesis se caracteriza porque las células nerviosas del cerebro empiezan a perder su capacidad de funcionamiento, lo que repercute en los procesos de memoria y pensamiento, dando lugar a síntomas típicos como la pérdida de memoria o la confusión. Con el tiempo, las pérdidas funcionales son inicialmente limitadas, pero a medida que la enfermedad avanza, algunos procesos pueden acabar dejando de funcionar. El glutamato es un aminoácido importante, conocido por su papel en la señalización de las células cerebrales y tanto en el desarrollo como en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
Enfermedad de Párkinson y otros trastornos asociados
La enfermedad de Párkinson es una de las enfermedades más comunes del sistema nervioso central (SNC). Sus principales síntomas son el temblor (sacudidas), la bradicinesia (lentitud de movimientos), el rigor (rigidez) y la inestabilidad postural entre otros muchos síntomas motores y no motores. Difieren en gravedad en cada paciente, suelen comenzar de forma unilateral y pueden desarrollarse a diferentes ritmos.
La enfermedad de Párkinson está causada por un desequilibrio de los neurotransmisores en el SNC. Las células que producen la sustancia dopamina mueren gradualmente a medida que avanza la enfermedad. La falta de dopamina resultante conduce a un exceso relativo de glutamato. Una de las consecuencias de la alteración del equilibrio de los neurotransmisores es el deterioro del control del movimiento. Además, los pacientes pueden sufrir síntomas asociados como la sialorrea.
Sin embargo, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adaptado a las necesidades individuales, es posible aliviar los síntomas y mejorar significativamente la calidad de vida. La amantadina, como antagonista del glutamato, compensa el desequilibrio de los neurotransmisores en el cerebro de los enfermos de Párkinson.